
Botín, banquero veterano que ha vivido crisis como la de 1993 y la de 1987, mantiene que la causa de esta que ahora vivimos es la misma de las anteriores coyunturas negativas. "Los excesos y la pérdida de sentido común en un entorno extraordinariamente favorable ha llevado a olvidar los fundamentos de la banca". Esta reflexión se llevó a cabo en una conferencia de banca internacional en la ciudad financiera del grupo en Madrid.
Según Botín, el agujero de las hipotecas subprime en los Estados Unidos sólo activó la crisis pero el origen real, de acuerdo con el hombre más rico de la banca española, fue obviar a los clientes así como la afición a los "endeudamientos desproporcionados" y la ignorancia de los riesgos y de los ciclos económicos. "El crédito no puede crecer indefinidamente", alertó. "El Estado no debe entrar", afirmó Botín, que ha extendido las ideas neoliberales criticando el intervencionismo de los altos mandatarios europeos.
Aun cuando los Estados Unidos y algunos gobiernos europeos se han abocado al rescate de sus principales bancos, el presidente del Santander mantiene que en España no es necesario que el Estado entre en el capital de ningún banco o caja de ahorros gracias a su "solvencia y fortaleza". Botín también miró al mercado del futuro en el que competirán bancos parcial o totalmente nacionalizados con bancos sin capital público como el que él preside. El banquero exigió así "equilibrio competitivo" y que las autoridades no envíen el mensaje de que los errores "pueden salir gratis".
Mientras tanto, los afectados por los fondos tóxicos de Banif, banco privado del Santander, salieron a la calle para protestar contra la falta de información clara que ocultaba títulos de la quebrada Lehman Brothers como consideración de fondos seguros. Allí, diversas entidades financieras, entre ellas el Santander, fueron duramente criticados.
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