MIGUEL DE SANCHO
La morosidad en España alcanza cotas desconocidas para aquellos que comenzaron la carrera de Económicas hace unas semanas y que carecen de experiencia sobre coyunturas recesionistas. Desde 1998, no existía una cota tan alta como la del 2,44% actual. Se trata de una cifra tres veces superior a la de agosto de 2007 y responde al progresivo incremento de deudas ante la presión del Euribor y la dificultad de hacer frente a los préstamos hipotecarios. Además, los créditos dudosos superan, algo inaudito hasta el momento, los 5.300 millones de euros. La reestructuración voluntaria y ordenada del sistema financiero, según el responsable del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, parece ser la única salida para poner freno a este indicador que debilita los pilares esenciales del sistema económico español.
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